- Comprended hijos mios que, si no creo en mi religión que es la verdadera ¿como voy a creer en la vuestra que es falsa?
Respuesta de una abuela de mi pueblo a dos Testigos de Jehova, esos impenitentes seguidores de una biblia apócrifa e infantil que se creen tocados por el Dedo de Dios y por lo tanto con derecho de dar la paliza a los demás mortales haciendo proselitismo puerta a puerta e inasequibles al desaliento
Miguel Ángel - La Creación de Adán de la bóveda de la Capilla Sixtina, en los Museos Vaticanos
Magnificat, BWV 243
Johann Sebastian Bach
Johann Sebastian Bach
LA RESPUESTA
Fredric Brown
Dwar Ev soldó ceremoniosamente la última conexión con oro. Los ojos de una docena de cámaras de televisión le contemplaban y el subéter transmitió al universo una docena de imágenes sobre lo que estaba haciendo.
Se enderezó e hizo una seña a Dwar Reyn, acercándose después a un interruptor que completaría el contacto cuando lo accionara. El interruptor conectaría, inmediatamente, todo aquel monstruo de máquinas computadoras con todos los planetas habitados del universo - noventa y seis mil millones de planetas - en el supercircuito que los conectaría a todos con una supercalculadora, una máquina cibernética que combinaría todos los conocimientos de todas las galaxias.
Dwar Reyn habló brevemente a los miles de millones de espectadores y oyentes. Después, tras un momento de silencio, dijo:
- Ahora, Dwar Ev.
Dwar Ev accionó el interruptor. Se produjo un impresionante zumbido, la onda de energía procedente de noventa y seis mil millones de planetas. Las luces se encendieron y apagaron a lo largo de los muchos kilómetros de longitud de los paneles.
Dwar Ev retrocedió un paso y lanzó un profundo suspiro.
- El honor de formular la primera pregunta te corresponde a ti, Dwar Reyn.
- Gracias - repuso Dwar Reyn -, será una pregunta que ninguna máquina cibernética ha podido contestar por sí sola.
Se volvió de cara a la máquina.
- ¿Existe Dios?
La impresionante voz contestó sin vacilar, sin el chasquido de un solo relé.
- Sí, ahora existe un Dios.
Un súbito temor se reflejó en la cara de Dwar Ev. Dio un salto para agarrar el interruptor.
Un rayo procedente del cielo despejado le abatió y produjo un cortocircuito que inutilizó el interruptor.
God
John Lennon
John Lennon
Dios
Dios es un concepto,
por el cual podemos medir
nuestro dolor.
Lo diré de nuevo,
Dios es un concepto
por el cual podemos medir
nuestro dolor.
Yo no creo en la magia,
no creo en el I-ching,
no creo en la Biblia,
no creo en el tarot,
no creo en Hitler,
no creo en Jesús,
no creo en Kennedy,
no creo en el Buda,
no creo en el mantra,
no creo en la Gita,
no creo en el yoga,
no creo en reyes,
no creo en Elvis,
no creo en Zimmerman,
no creo en los Beatles,
yo sólo creo en mí,
en Yoko y en mí,
Y es cierto.
¿Qué puedo decir?
Los sueños se acabaron.
Ayer,
Yo era una tejedor de sueños,
pero ahora he renacido.
Yo era la morsa,
pero ahora soy John.
Así que, queridísimos amigos,
tan sólo tienen que seguir,
los sueños se acabaron.
Luis Buñuel dixit y yo, haciendolo mio, contesto cuando tras tocar el timbre y abrir la puerta me encuentro los domingos mañaneros con dos palizas vestidos de empleados de funeraria pertrechados de biblias y panfletos, preguntándome sin pudor por mis creencias.
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