¡Ay de quien no esté herido, de quien jamás se siente
herido por la vida, ni en la vida reposa
herido alegremente!
Miguel Hernández
Andy Warhol
Llegó con tres heridas
(Miguél Hernández)
Joan Baez
Puñal
(Poema de la soleá)
F. G. Lorca
El puñal
entra en el corazón,
como la reja del arado
en el yermo.
No.
No me lo claves.
No.
El puñal,
como un rayo de sol,
incendia las terribles
hondonadas.
No.
No me lo claves.
No.
Crimen
Elías Nandino
¡Qué puñalada
le ha propinado el viento
a la granada!
The first cut is the deepest Cat Stevens
El primer corte, es el más profundo
Te habría dado todo mi corazón,
pero hay alguien que me lo ha roto.
Y se ha llevado casi todo lo que tenía,
pero si quieres, intentaré amarte de nuevo.
Cariño, intentaré amar otra vez, pero sé que…
el primer corte, es el más profundo. Cariño,
sé que el primer corte es el más profundo.
Porque cuando parece que he tenido suerte, está maldita.
Cuando tiene que amarme, es peor todavía.
Pero cuando quiere ser amada, se pone la primera.
Así es como sé que…
el primer corte, es el más profundo. Cariño,
sé que el primer corte es el más profundo.
Todavía quiero que estés a mi lado,
para ayudarme a secar las lágrimas que he llorado.
Porque estoy seguro de querer darte una oportunidad,
y si tú quieres, intentaré amarte de nuevo.
Pero cariño, intentaré amarte de nuevo, pero sé que…
el primer corte, es el más profundo. Cariño,
sé que el primer corte es el más profundo.
Porque cuando parece que he tenido suerte, está maldita.
Cuando tiene que amarme, es peor todavía.
Pero cuando quiere ser amada, se pone la primera.
Así es como sé que…
el primer corte, es el más profundo. Cariño,
sé que el primer corte es el más profundo.
Leona Herida (Palacio de Asurbanipal) - British Museum
Herido de amor
Federico García Lorca
Amor, amor
que está herido.
Herido de amor huido ;
herido,
muerto de amor.
Decid a todos que ha sido
el ruiseñor.
Bisturí de cuatro filos,
garganta rota y olvido.
Cógeme la mano, amor,
que vengo muy mal herido,
herido de amor huido,
¡herido !
¡muerto de amor !
Tu files Samir Barris
Te largas
Un miedo, una vaga angustia
Huyes, te canso
Hace una semana que no te veo
Eso es
Un sentimiento detestable
Que me cuenten una fábula
Que me digan un contratiempo
Seguro que es eso
No quieres echarme de menos
Te alejas, te escondes
Y yo te imploro de rodillas
Bonito golpe
Eres de las que pasa a la acción
Y has encontrado la palabra exacta
Cuatro letras E-X-I-T
Bien jugado
Te largas a la francesa
Y no me siento a disgusto
Se han separado nuestros caminos
En el momento de las despedidas
Hiciste todo lo que pudiste
Para que no me diera cuenta de nada
Quería que me amaras sólo a mí
De la ropa de cama al sudario
Y las sábanas son todo lo que me queda
Bonito detalle
Busco un signo, un presagio,
De este lamentable fracaso
Pero nada me había prevenido
Bien visto
Te largas a la francesa
Y no me siento a disgusto
Se han separado nuestros caminos
En el momento de las despedidas
Hiciste todo lo que pudiste
Y yo me quedé como embaucado
Voy de un lado para otro
Desde que te fuiste
Es demasiado duro no saber
Debes estar contenta de mi estado
Me quito el sombrero
Pensaba que acabaría en tu lugar
Y esta idea me hiela
Soy yo el que se queda
Gravemente herido
Bravo
Te largas a la francesa
Y no me siento a disgusto
Nuestros caminos se han separado
Durante las últimas horas
Fuiste la mejor
A la fuerza tengo que inclinarme.
Si se ha de pedir, pidamos: Quiero Tiempo. No que no pase. Que pase y lo vea. Necesito Tiempo. El que otros derrochan. Tiempo para mirarme el ombligo. Mirar como cae una hoja, observar a los que pasan, como pasan y lo que pasa. Leer tu biografía escrita en cada arruga de la cara. Por favor, nunca te hagas cirugía estética. Debería si no fuese neceario, por el bien de la estética y la memoria, estar prohibida. Si, en esto, peco de avaricia y nunca me parece demasiado. ¡Quiero Tiempo!
Pablo Picasso - La vida
La leyenda del tiempo (F. G. Lorca)
Camarón
Resignación
Safo
Versión de Carlos García Gual
Vosotras cuidad, hijas, de los dones hermosos de las Musas
de fragante regazo, y de la vibrante lira compañera del canto.
Pero mi piel que antes fue tan suave la sometió ya la vejez
y blancos se han vuelto mis negros cabellos de antaño.
Pesado se ha hecho mi ánimo, y no me sostienen las rodillas
que otro tiempo fueron tan ágiles como corzas en la danza.
De eso me lamento día tras día. ¿Pero qué puedo hacer?
Cuando se es humano, no es posible dejar de envejecer.
De Titono, en efecto, contaban que la Aurora de brazos de rosa,
inflamada de amor, lo raptó para llevarlo al confín de la tierra
porque era bello y joven. Mas de igual modo a él con el tiempo
lo atrapó la grisácea vejez, aun teniendo una esposa divina.
Caravaggio - Judith cortando la cabeza de Holofernes (detalle)
Caravaggio - Judith cortando la cabeza de Holofernes (detalle)
Oda al tiempo
Pablo Neruda
Dentro de ti tu edad
creciendo,
dentro de mí mi edad
andando.
El tiempo es decidido,
no suena su campana,
se acrecienta, camina,
por dentro de nosotros,
aparece
como un agua profunda
en la mirada
y junto a las castañas
quemadas de tus ojos
una brizna, la huella
de un minúsculo río,
una estrellita seca
ascendiendo a tu boca.
Sube el tiempo
sus hilos
a tu pelo,
pero en mi corazón
como una madreselva
es tu fragancia,
viviente como el fuego.
Es bello
como lo que vivimos
envejecer viviendo.
Cada día
fue piedra transparente,
cada noche
para nosotros fue una rosa negra,
y este surco en tu rostro o en el mío
son piedra o flor,
recuerdo de un relámpago.
Mis ojos se han gastado en tu hermosura,
pero tú eres mis ojos.
Yo fatigué tal vez bajo mis besos
tu pecho duplicado,
pero todos han visto en mi alegría
tu resplandor secreto.
Amor, qué importa
que el tiempo,
el mismo que elevó como dos llamas
o espigas paralelas
mi cuerpo y tu dulzura,
mañana los mantenga
o los desgrane
y con sus mismos dedos invisibles
borre la identidad que nos separa
dándonos la victoria
de un solo ser final bajo la tierra.
When I'm Sixty-Four
The Beatles
Cuando tenga 64 años
Cuando sea más viejo y se me caiga el pelo
Dentro de algunos años
Seguirás regalándome por San Valentín
Por mi cumpleaños una botella de vino
Si hubiese estado fuera hasta las tres menos cuarto
Cerrarías la puerta
Aún me seguirás necesitando, aún me seguirás alimentando
Cuando tenga sesenta y cuatro años
Tú también serás vieja
Y si me lo pides
Podría quedarme contigo
Podría quedarme cerca, reparando un fusible
Cuando tus luces se hayan ido
Puedes tejer un jersey junto a la chimenea
El domingo por la mañana ir a dar un paseo
Arreglando el jardín, cortando las hierbas
Quién podría pedir más
Aún me seguirás necesitando, todavía me seguirás alimentando
Cuando tenga sesenta y cuatro años
Podríamos alquilar una casita todos los veranos
En la “Isla de Wright”, si no es demasiado pretencioso
Deberíamos escatimar y ahorrar
Nietos en tu regazo
Vera, Chuck y Dave
Mándame una postal, escríbeme unas líneas
Desde un punto de vista
Que indique con precisión qué es lo que quieres decir
Atentamente suyo, consumiéndome
Dame una respuesta, rellena un formulario
Por siempre jamás
Aún me seguirás necesitando, todavía me seguirás alimentando
Cuando tengas sesenta y cuatro años
Tiempo sin tiempo
Mario Benedetti
Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta
tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo
tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj
vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.
A un olmo seco (A. Machado)
J. M. Serrat
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera...
Tiempos de trampas, tiempo de tahúres, tiempos de listos, tiempos de engaños. Los que saben juegan con las cartas marcadas (espero que si no funciona la moral al menos que si lo haga el Código Penal) si no tendremos que hacer algo pues de lo contrario nos van a desplumar.
Yo por mi parte:
Señores, no juego ¡Rompo la baraja!
Caravaggio - Partida de cartas
El Juego
Rafael Alcides Pérez
A Daniel
El juego está marcado desde el comienzo.
El niño, con esa oscura intuición de niño,
lo sabe,
y entra en la vida
haciendo de policía o de bandido,
o de ambos alternativamente
si es un niño complicado.
El juego
ya no se detendrá más.
Tal vez el niño no sepa
que luego las balas serán de verdad
y amargos los días de la cárcel,
más amargo aún el engaño de los del resto de la banda,
y que el que cae muerto o asalta una diligencia
lo hace para toda la vida;
pero el niño entra en el juego,
como uno más,
disparando al corazón.
Shape of my heart Sting
La forma de mi corazón
Sting
Él reparte las cartas como una meditación
Y aquellos con los que juega nunca sospechan
Él no juega por el dinero que gana
Él no juega por el respeto
Él reparte las cartas para encontrar la respuesta
La geometría sagrada de la oportunidad
La oculta ley de resultado probable
Los números conducen una danza
Yo sé que las “espadas” son espadas de un soldado
Yo sé que los “bastos” son armas de guerra
Yo sé que los “diamantes” significan dinero para este arte
Pero esa no es la forma de mi corazón
Él puede jugar el “Jack” de diamantes
Él puede poner la “Reina” de espadas
Él puede encubrir un “Rey” en su mano
Mientras el recuerdo de eso desaparece
Yo sé que las “espadas” son espadas de un soldado
Yo sé que los “bastos” son armas de guerra
Yo sé que los “diamantes” significan dinero para este arte
Pero esa no es la forma de mi corazón
Esa no es la forma, la forma de mi corazón
Y si te dije que te amaba
Quizá pensarías que algo está mal
No soy un hombre de muchos rostros
La máscara que uso es una
Aquellos que hablan no saben nada
Y descubren a su costo
Como los que maldicen su suerte en muchos lugares
Y aquellos que sonríen están perdidos
Yo sé que las “espadas” son espadas de un soldado
Yo sé que los “bastos” son armas de guerra
Yo sé que los “diamantes” significan dinero para este arte
Pero esa no es la forma de mi corazón
Esa no es la forma de mi corazón.
Los Reyes de la Baraja
Federico García Lorca
Si tu madre quiere un rey,
la baraja tiene cuatro:
rey de oros, rey de copas,
rey de espadas, rey de bastos.
Corre que te pillo,
corre que te agarro,
mira que te lleno
la cara de barro.
Del olivo
me retiro,
del esparto
yo me aparto,
del sarmiento
me arrepiento
de haberte querido tanto.
Balthus - La partida de naipes
Lily, Rosemary and the Jack of Hearts Bob Dylan
Lily, Rosemary y la Jota de Corazones
El festival se acabó. Los chicos planean retirarse una temporada.
El cabaret estaba en silencio, excepto por el taladro de la pared.
Se había dado el toque de queda, y la ruleta se había cerrado.
Cualquiera que tuviese un poco de sentido común, ya se habría ido de la ciudad.
Él estaba de pie, al lado de la puerta, mirando como si fuera la jota de corazones.
Cruzó la habitación llena de espejos. y dijo: "¡Una ronda para todos!"
Y después de haber llamado su atención, todo el mundo continuó a lo suyo.
Entonces, caminó hacia un extraño, y le preguntó con una sonrisa:
"Amigo, ¿sería usted tan amable de decirme a que hora comienza el espectáculo?"
Se apartó hacia una esquina, con la cara hacia abajo como la jota de corazones.
Entre bastidores, las chicas jugaban a póker de cinco cartas en las escaleras.
Lily tenía dos reinas, esperando por otra más para hacer un trío.
Afuera, las calles estaban llenas, y la ventana abierta de par en par.
Una ligera brisa soplaba. Podías sentirla dentro.
Lily hizo una nueva apuesta, y sacó la jota de corazones.
Big Jim no era el tonto de nadie. Poseía la única mina de diamantes de la ciudad.
Hizo su típica entrada, aparentando elegancia y educación.
Con sus guardaespaldas y bastón plateado y el pelo en su sitio.
Cogió todo lo que quiso y lo puso sobre la mesa para gastárselo.
Pero sus guardaespaladas y su bastón plateado no eran rival para la jota de corazones.
Rosemary peinó sus cabellos y tomó un carruaje hacia la ciudad.
Se coló por la puerta lateral, mirando como una reina sin corona.
Parpadeó con sus falsas pestañas y le susurró al oído:
"Siento haber llegado tarde, cariño". Pero él no pareció oirla.
Tenía la mirada fija hacia la jota de corazones.
"Sé que he visto esa cara antes", pensaba Big Jim para sí.
"Quizá en Méjico, o en un retrato en la estantería de alguien".
Pero entonces la multitud empezó a pisar cada vez más fuerte, y la luz de la casa se apagó.
Y en la oscuridad de la habitación, tan sólo estaban Jim y él.
Mirando hacia la mariposa que había cogido la jota de corazones.
Lily era una princesa. Había sido de piel clara y preciosa de niña.
Hizo todo lo que tuvo que hacer. Tenía ese destello de certeza cada vez que sonreía.
Había salido de un hogar roto, y de un montón de extraños asuntos.
Con hombres en cada camino de su vida, que la llevaron a todos los sitios.
Pero nunca había conocido a nadie como la jota de corazones.
El juez vino pasando desapercibido, y fué servido con vino y la cena.
El taladro en la pared continuaba, pero nadie parecía darle importancia.
Era sabido por todo el mundo allí que Lily tenía el anillo de Jim.
Y nada sucedería nunca entre Lily y el rey.
No, nada excepto quizá la jota de corazones.
Rosemary empezó a beber demasiado, y vió su reflejo en la hoja del cuchillo.
Estaba cansada de la atención que le daba, cansada de su papel de mujer de Big Jim.
Había echo un montón de cosas malas, incluso un intento de suicidio.
Buscaba tan sólo una buena acción que hacer antes de morir.
Miraba el futuro, cabalgando sobre la jota de corazones.
Lily se lavó la cara, se quitó el vestido y lo tiró a un lado.
"¿Se ha acabado tu suerte?", se rió diciendo a sí misma.
"Bueno, supongo que deberías haber que ocurriría algún día.
Ten cuidado con no tocar la pared, que tiene una nueva capa de pintura secando.
Me alegro de ver que sigues viva. Pareces una santa".
Abajo en el vestíbulo, se oían pisadas venir hacia la jota de corazones.
El encargado de entre bastidores se paseaba de un lado a otro con su silla.
"Hay algo divertido que está pasando", dijo. "Puedo sentirlo en el aire".
Fué a buscar al juez, pero el juez estaba borracho.
Mientras el actor principal se metía en el traje de un monje.
No había actor mejor que la jota de corazones.
Los brazos de Lily abrazaban fuertemente al hombre que más deseaba tocar.
Olvidó todo lo demás de él. No se resistió a quien la había estado rondando tanto tiempo.
"Te hecho tanto de menos", le dijo. Y el sintió que era sincera.
Pero mas allá de la puerta, se sintió con miedo y celoso.
Tan sólo otra noche más en la vida de la jota de corazones.
Nadie supo nunca los motivos, pero dijeron que todo sucedió muy deprisa.
La puerta de acceso al vestuario se abrió y un frío revólver fué disparado.
Y Big Jim estaba allí, no podía estar sorprendido de la escena.
Rosemary a su lado, con firmeza en su mirada.
Estaba con Big Jim, pero de parte de la jota de corazones.
Dos puertas más abajo, finalmente los chicos hicieron el agujero.
Y limpiaron la caja fuerte. Dicen que se llevaron un buen botín.
En la oscuridad, a la orilla del río, esperaron
a un miembro más de la banda que estaba con un asunto en la ciudad.
Pero no podrían ir muy lejos sin la jota de corazones.
El día siguiente, fue el día señalado. El cielo estaba nublado y oscuro.
Big Jim estaba tapado, asesinado con un cortaplumas en la espalda.
Y Rosemary en la horca, apenas pestañeó.
El juez estaba sobrio, no había bebido nada.
La única persona desaparecida de la escena fue la jota de corazones.
El cabaret estaba vacío, ahora. Un cartel decía "cerrado por obras".
Lily ya se había quitado todo el tinte del pelo.
Pensaba en su padre, a quien raras veces veía.
Pensando en Rosemary y pensando en la justicia.
Pero, sobre todo, pensaba en la jota de corazones.