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lunes, 21 de noviembre de 2011

En blanco y negro


Billie Holiday, tuvo una triste juventud. A sus 24 años -siendo ya  una reconocida cantante que había grabado con Count Basie, Teddy Wilson y Artie Shaw y vendía muy bien- en un hotel de Nueva York, que tenía el apropiado nombre de Abraham Lincoln, la obligaron a usar el montacargas. A pesar de su juventud había estado en su vida incontables veces expuesta al racismo. Su padre murió en 1937 porque todos los hospitales se negaron a tratar a un afroamericano. Ella dijo a este respecto: No le mató la neumonía, le mató Dallas.

Tenia una enfermedad crónica de riñón a causa de no poder hacer sus necesidades en los bares de carretera, ni en las gasolineras de blancos cuando cruzaba los Estados Unidos en sus giras. El autobús en el que viaja con su banda debía parar en mitad del campo y siendo de noche para evitar que fueses vistos haciendo sus necesidades. Un atardecer, después de aguantar horas el dolor en la vejiga, el chofer paró para que Billie se aliviara en una alameda al lado de la carretera, Billie se bajó y al terminar miró hacia arriba donde divisó sombras que se balanceaban en la obscuridad, eran cuerpos de negros ahorcados por sus blancos y religiosos amos. Montó en el autobús y compuso esta canción "Strange Fruit" (Fruta rara).


Strange Fruit
Billie Holiday
Los árboles sureños dan una fruta extraña,
la sangre en las hojas y sangre en la raíz,
cuerpos negros que se balancean en la brisa meridional,
fruta extraña que cuelga de los árboles del álamo.
Escena pastoral del sur galante,
de los ojos que bombean y de la boca torcida,
olor a magnolias, dulce y fresco, como el repentino olor de la carne ardiendo.


Aquí está la fruta para que los cuervos desplumen,
para la lluvia al frunce, para que el viento aspire,
para que el sol se descomponga, para que los árboles caigan,
aquí hay un extraño y amargo llanto.





Saeta
Miles Davis


Corría el año 1987. El presidente Reagan entregaba un reconocimiento oficial por toda su carrera a Ray Charles y convocó a ilustres afroamericanos. En la Casa Blanca se presentó Miles Davis, ajeno a toda etiqueta: pantalones negros de cuero, un chaleco encima de otro, chaqueta de esmoquin con una serpiente roja en la espalda. Cualquier otro sexagenario habría sido arrestado por hortera; él estaba por encima de semejantes consideraciones.

No todos los invitados eran conscientes de sus prerrogativas. Una incordiante dama de la buena sociedad de Washington se encaró con el trompetista y le preguntó malévolamente qué méritos tenía para estar allí. Miles fue a la yugular: "Bueno, he cambiado el rumbo de la música cinco o seis veces. Ahora, dígame: ¿qué ha hecho usted de importancia, aparte de ser blanca?".*


*La próxima vez que una pepera o sociata de caviar me diga que yo o la gente del 15-M somos unos "perroflatutas", la contestación del Sr. Miles me ha sugerido algunas respuestas... (Por cierto, un jubilado de 80 años, en la concentración de indignados de Don Benito me dijo levantando su garrota: ¡Perrofrauta yo! Ojalá...



Kind of blue
Miles Davis



El LP "Kind of blue" (1959) es uno de los mejores discos de la historia.
Una obra maestra enigmática y sensual con la que Miles Davis reinventó el jazz.



domingo, 16 de octubre de 2011

Románticos: Prohibido el paso



Leonardo Alenza - Suicidio romántico


Gloomy Sunday
Reszö Seress




Hay canciones que arrastran leyendas siniestras y temas musicales que han terminado en las páginas negras de la historia de la música. Son canciones malditas. Una de ellas y tal vez la más representativa sea Gloomy Sunday (Domingo melancólico) que, según se cuenta, ha inducido cientos de suicidios desde que fue compuesta en 1933 por el húngaro Reszö Seress.

Gloomy Sunday llegó en 1936 a Estados Unidos. Allí fue presentada como "la canción húngara del suicidio" y promocionada por una macabra campaña que atribuía a la canción el poder de hipnotizar a amantes desdichados y hacer que saltaran por la ventana. Esta leyenda sirvió de argumento a La caja Kovak(*), película del director español Daniel Monzón.


En 1941 esta canción fue popularizada por Billie Holiday -una experta en interpretaciones desgarradas-, en una versión en inglés escrita por Sam M. Lewis.


Gloomy Sunday
Billie Holiday


Desde entonces ha sido interpretada por una larga lista de cantantes (Elvis Costello, Bjork, The Smithereens...) y su leyenda ha crecido con el tiempo. Especialmente desde que su compositor se quitara la vida saltando por una ventana en 1968.

En fin, amable visitante de este rincón, si tienes tendencia a la depresión, un alma influenciable por las lecturas románticas, la suficiente dosis de locura dieciochesca, padeces mal de amores o a no ser que compartas los gustos del Sr. Leopold von Sacher-Masoch: ¡huye!


Gloomy Sunday
-La Caja Kovak-*
Lucía Jiménez



(*)La película española titulada La Caja Kovak basa parcialmente su argumento en esta canción, elevando su leyenda suicida a la potencia de la ciencia-ficción. En el film, diversas personas se suicidan después de oír esta canción. También la película Gloomy Sunday - Ein Lied von Liebe und Tod- se basa en esta cancioncilla. Al inicio de un capítulo de Los Simpson, en el que recrean la histeria de Estados Unidos acerca de el libro "La Guerra de los Mundos", también aparece la canción.




Domingo Triste

El domingo es triste, mis horas son de insomnio
Amado, las sombras con las que vivo son infinitas
Pequeñas flores blancas nunca te despertarán
Allá donde el coche fúnebre de la tristeza te ha llevado
Los ángeles no tienen intención de resucitarte
¿Se enfadarían si pienso en reunirme contigo?

Domingo triste

Triste es el domingo, entre las sombras lo paso entero
Mi corazón y yo hemos decidido que se acabe todo
Pronto habrá velas y oraciones tristes lo sé
Déjalos, que no haya lágrimas, déjalos que sepan que estoy contenta de ir
La muerte no es para soñar, en la muerte yo te acaricio
Con el último suspiro de mi alma te bendeciré

Domingo triste

Soñando, sólo estaba soñando
Despierto y te encuentro dormido en lo profundo de mi corazón, aquí
Querido, espero que mi sueño nunca te atormente
Mi corazón te está diciendo cuanto te quise

Domingo triste



Leonardo Alenza. Sátira del suicidio romántico


En  fin, que siempre ha habido quienes confunden el culo con las témporas. Lo importante es que se trata de una bonita canción y espero que, después de escucharla, te haya gustado.

Por cierto, ¿no es hoy 16 de octubre? Entonces ¿Es domingo...?