Gabrielle d´ Estrées con la duquesa de Villars en el baño
Escuela de Fontainebleau
Dos vídeos, en el primero la inocencia y en el segundo la ambigüedad; dos ángeles al servicio de la decadente música del venezolano (y algo más que amigo de Marcel Proust) Reynaldo Hahn que se hizo parisino (no, aun no "gobernaba" Hugo Chávez y no tuvo nada que ver con su marcha) y los versos del licencioso libertino Théophile de Viau ¡Lo que daría por saber quien rondaba por su cabeza mientras buscaba las rimas!
À Chloris
Reynaldo Hahn
Kristina Bitenc
Kristina Bitenc
À Chloris
S'il est vrai, Chloris, que tu m'aimes,(Mais j'entends, que tu m'aimes bien)
Je ne crois point que les rois mêmes
Aient un bonheur pareil au mien.
Que la mort serait importune
A venir changer ma fortune
A la felicité des cieux!
Tout ce qu'on dit de l'ambroisie
Ne touche point ma fantaisie
Au prix des grâces de tes yeux.
À Chloris
Reynaldo Hahn
Philippe Jaroussky
A Cloris.
Reynaldo Hahn
Philippe Jaroussky
A Cloris.
Si es verdad, Cloris, que me amas
(y pienso que te gusto mucho),
no creo que ni los propios reyes
tengan una felicidad como la mía.
¡Qué inoportuna sería la muerte
si viniera a cambiar mi fortuna
por la felicidad del cielo!
Todo lo que se dice de la ambrosía
no impresiona a mi fantasía
como el favor de tus ojos.
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