jueves, 17 de noviembre de 2011

Epitafio de Seikilos



Desconfíad de quien jura Amores Eternos diez veces por minuto, sus promesas suelen durar exactamente lo que dura la frase. De los poetas que escriben sentidos poemas y para ellos lo eterno es una figura literaria, material de construcción que dura justo hasta el último verso pues, bien es sabido, la proliferación de bardos escritores de poemas reutilizables que a nuevo nombre, nueva rima asonante, en su eterno (y esto si que es duradero) poema de sentimientos-sentidos que es eternamente reescrito con mil títulos y cambios de adjetivos según sea la destinataria rubia o morena de ojos verdes o castaños, rellenita o espigada y se comprende, no es fácil deshacerse de las armas de seducción y en esta guerra cada cual, tal que pavo real en danza de cortejo, utiliza las que tiene a mano.

Yolanda
Pablo Milanés

Para Yolanda Benet, inspiración y musa de la canción "Yolanda" compuesta por Pablo Milanés, lo eterno duró seis años y ambos amantes tubieron suerte de no romperse la vajilla en la cabeza. Se trata de un caso de "amor civilizado" y después que pasó la eternidad siguieron siendo amigos.

Entonces ¿Cual es ese amor duradero? En estos asuntos, como en todo, la verdad se demuestra andando y solo el tiempo lo dirá. "Nunca es triste la verdad lo que no tiene es remedio" Serrat dixit y para muestra un botón:






Un buen día del Siglo I de vuestro señor, un tal Seikilos enviudó de su esposa Euterpe a la que construyó una tumba sobre la que hizo poner una columna de mármol con la siguiente inscripción:

«Soy una imagen de piedra. Seikilos me puso aquí,
donde soy por siempre, el símbolo de la evocación eterna»

A continuación una esquela con los siguiente versos:

ὅσον ζῇς, φαίνου, μηδὲν ὅλως σὺ λύπου•
πρὸς ὀλίγον ἐστὶ τὸ ζῆν, τὸ τέλος ὁ χρόνος ἀπαιτεῖ



"Mientras estés vivo, brilla; no dejes que nada te entristezca más allá de la medida
porque corta es la vida por cierto, y su retribución el tiempo exige"

Con ellos el bueno de Seikilos hizo grabar la melodía. La canción es melancólica, clasificada como skolion o ‘canción para beber’.


Si no hubiera sido por esto sus deseos de evocación eterna de su amada Euterpe estarían, con suerte, acumulando telarañas en los sótanos de cualquier museo pero, al acompañarlos con la notación musical, sus consejos son escuchados dos mil años después.
Y ¿A quien no le recorre un escalofrío por el cuello cuando escucha unos versos que fueron cantados hace 2000 años?

Internauta que hoy me visitas, pronuncia el nombre de su amada al escucharlo e implora que los dioses les hayan concedido la gracia del reencuentro eterno y ya que es una canción para beber, a ser posible, brinda con un buen trago de vino:
¡Salud!

ὅσον ζῇς, φαίνου,
(Hoson zes phai-nou)
Grupo Savae




Versión y adaptación de Luis Paniagua.
Arreglo para violín de Farran Sylvan James.

Amores eternos
Joaquín Sabina


Gracias a Eros siempre hay Poetas que si escriben versos eternos, entre ellos sobresalen los quevedos de Don Francisco de Quevedo que nos dejó el soneto más bello de la lengua castellana:


Amor constante más allá de la muerte
Francisco de Quevedo y Villegas

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.


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