jueves, 13 de octubre de 2011

Fondo de armario



Aquel momento que flota
nos toca de su misterio.
Tendremos siempre el presente
roto por aquel momento.

Toca la vida sus palmas
y tañe sus instrumentos.
Acaso encienda su música
sólo para que olvidemos.

Pero hay cosas que no mueren
y otras que nunca vivieron
y las hay que llenan todo
nuestro universo.

Y no es posible librarse
de su recuerdo.


El buen momento
José Hierro



Como el de un poster de Mucha anunciando el papel de liar JOB en la pared del salón de un piso de alquiler amueblado (bueno amueblado es un decir) en la calle Marquesa de Pinares en Mérida, testigo mudo del milagro inexplicable de que tarde tras tarde, como en la cueva de Lourdes y a pesar de ser una leonera, se llenara de olor de azucenas mientras sonaban los acordes de "Captain Fantastic And The Brown Dirt Cowboy" de Elton John.




Captain Fantastic And The Brown Dirt Cowboy
Elton John




O el primer encuentro con la música de Bach. La primera vez fue en el "tocadiscos-armario" del padre de mi amigo Chano y escapandose por la puerta entreabierta de su biblioteca mientras lo esperaba para ir a bañarnos a "La Charca".

Concierto para violin en Mi Mayor, BWV 1042
de Johann Sebastian Bach 
 I - Allegro
Nigel Kennedy




El olor a bocadillos de calamares. Es inevitable el oler a "calamares a la romana" y pensar en la toma del Palacio de Invierno y en el "Bar Vita", lugar de reuniones clandestinas hasta que murió Franquito.

Giuseppe Pelizza de Volpedo - El cuarto estado 

A las barricadas






Escuchar la canción "Country Comfort" de Rod Stewar y me veo en un R8 azul, cogiendo de la guantera un casette, marca BASF, mientras contemplamos la puesta de sol desde la Peña del Tigre en el lago Proserpina. 


Country Comfort
Rod Stewart



Es extraña la memoria. No, no hablo de nostalgias, ni de recuerdos de la infancia y ni de cosas así. Solo de esos pequeños detalles que aunque estén asociados a momentos más importantes, felices e incluso tristes, son lo que recuerdas ya que se quedan ahí, en el fondo del armario de la memoria, grabados a fuego y te acompañan a lo largo de toda tu vida. Por lo menos a mi me ocurre eso, pero es que como yo soy de letras...




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